viernes, 30 de agosto de 2013

Pareja húngara real


Pareja húngara real: El rey Esteban I y la princesa Gisela de Baviera.
“El vínculo entre las culturas germano-húngaras tiene 1.000 años de historia: el primer rey de Hungría, Esteban I, que se casó con la princesa bávara Gisela e introdujo el cristianismo en Hungría. Ese matrimonio fue clave para la vinculación de Hungría a Europa Occidental. Desde los tiempos de la Reina Gisela, el contacto entre ambos países se mantuvo vivo a pesar de las diversas turbulencias políticas”.

Fuente | Herencia cultural

jueves, 22 de agosto de 2013

Hungría y la Unión Soviética



Verdadera historia del choque brutal entre Hungría y la Unión Soviética en la piscina de waterpolo en los Juegos Olímpicos de 1956. A medida que los tanques soviéticos fueron suprimiendo levantamiento de los pueblos en Hungría, el equipo de water polo decidió dar a la población algo que celebrar por aplastar a los soviéticos en la piscina de waterpolo. Narrado por Mark Spitz esta maravillosa película, con mucho material de archivo, cuenta la historia de ese choque. Incluye entrevistas con los jugadores sobrevivientes y muestra lo que el pueblo húngaro pasó. El equipo dio a la gente en casa lo único que la URSS había intentado quitarle: Esperanza.

martes, 13 de agosto de 2013

Budapest, y Tibor Déry

En los cuentos que componen El ajuste de cuentas de Tibor Déry, que leemos en clase, hay varias referencias a Buda y a Pest. Muestro estas dos fotografías como referente visual para los estudiantes:

Buda-Pest
Buda-Pest

El ajuste de cuentas
Tibor Déry nace en Budapest (1894-1977), en el seno de una próspera familia de ascendencia judía. En 1919 se unió al partido comunista y sirvió en el infortunado gobierno revolucionario de Béla Kun, que cayó antes de final de año. Durante la mayor parte de los siguientes tres lustros vivió en el exilio, hasta su regreso a Hungría en 1935. Aunque en un principio fue bien considerado por el gobierno comunista de la posguerra, en 1953 Déry ya había sido expulsado del partido por las críticas a su política cada vez más represiva. Posteriormente apoyó al gobierno reformista de Imre Nagy y, tras la represión soviética de la revuelta de 1956, fue condenado a nueve años de prisión. Escritores de todo el mundo, entre ellos Albert Camus, Jean-Paul Sartre, E. M. Forster, Rebecca West y Alberto Moravia, se unieron en su defensa y en 1960 no sólo se le concedió la amnistía, sino que también pudo volver a publicar y a viajar con relativa libertad.

Fotos: Magda Díaz

martes, 6 de agosto de 2013

Transilvania

Transilvania

Lo que en sentido amplio se denomina Transilvania, los territorios tradicionales de la Corona Húngara, que en 1920, tras el Tratado de Trianón,* pasaron a formar parte de Rumanía, son en realidad tres territorios históricos, la Transilvania propiamente dicha, el Partium (la zona noroccidental, fronteriza con Hungría en la actualidad) y el Banato (en la zona sur-occidental, que en parte se extiende también por Serbia). Es una zona multiétnica, con población húngara, rumana, alemana y de otras nacionalidades (gitanos, eslovacos, serbios), donde ha existido siempre una cultura y una tradición propia, con rasgos diferenciados de los del resto de Hungría (o, en la actualidad, de Rumanía).

(*Tratado de Trianón: Acuerdo impuesto a Hungría el 4 de junio de 1920 por las fuerzas aliadas vencedoras en la I Guerra Mundial en el que se dictaminó la entrega de Eslovaquia y Rutenia a Checoslovaquia, Transilvania y el Banato Oriental a Rumanía, y Croacia y el Banato Occidental o Voivodina a Yugoslavia. Hungría perdió casi 60% de su territorio. De 282 000 km² (1914) quedó 93 000 km² (1920)), de su población 18,2 millones (1910) no quedaron en Hungría 7,6 millones. 3,3 millones de 7,6 fueron húngaros).

Durante más de tres siglos, desde 1541 hasta 1867 (y con un breve periodo de excepción en 1848), el principado de Transilvania fue, de una u otra manera, independiente de Hungría, primero como un principado formalmente independiente, aunque vasallo de los turcos, luego en poder austríaco. Y este desarrollo diferenciado ha dejado su impronta en la cultura y especialmente en la literatura.

Ya en el siglo XVI-XVII hay una literatura transilvana que no tiene mucho en común con la de Hungría, centrada sobre todo en el género epistolar, donde destaca por ejemplo Kelemen Mikes con sus Cartas turcas (1717-1758). Después de la unificación con Hungría, por el Compromiso Austrohúngaro de 1868, la literatura transilvana se desarrolla dentro del marco de la húngara. De Transilvania son algunos autores clásicos de la literatura húngara tan destacados como János Arany, Endre Ady y otros.

A comienzos del siglo XX la cultura húngara en Transilvania vive un periodo de esplendor, no solo en literatura, sino en todas las artes, destacan distintos círculos culturales en Kolozsvár (Cluj-Napoca), Nagyvárad (Oradea), Nagybánya (Baia Mare) y otras ciudades. Así, cuando Transilvania deja de formar parte de Hungría, tiene una tradición propia en la que apoyarse a la hora de desarrollar de nuevo la literatura en lengua húngara.

Fuente | La literatura húngara en Transilvania

domingo, 4 de agosto de 2013

Aroma de café

Gerbeaud, Budapest
(Foto: Magda Díaz)

La llegada de la I Guerra Mundial puso fin a la época de esplendor de los cafés de Budapest, y con la instalación del régimen comunista todo indicaba que iba a desaparecer para siempre la rica cultura del café. Los pomposos edificios fueron devastados, su mobiliario saqueado o destruido. En su lugar se abrieron, por aquel entonces o más tarde, oficinas de correos, almacenes de artículos deportivos, clubes universitarios, salas de juego, sucursales de bancos, restaurantes de comida rápida. Afortunadamente, en la última década, Budapest parece ir recobrando su sumergida cultura del café, se han reabierto algunos de los legendarios cafés de antaño. Veremos si esto tendrá su repercusión en la literatura.

Fuente | Una ciudad con aroma de café